En 1922 Amancio volvió de Cuba, donde regentaba un próspero negocio, para buscar esposa y formar una familia en su tierra natal. En 1959 su hijo también Amancio, se casó con Lina y ampliaron la casa familiar con el pajar y la cuadra, viviendo de lo que la tierra les ofrecía. En 2017 su nieto Fernando y yo misma Pilar, abandonamos la gran ciudad, donde vivíamos, para comenzar un nuevo proyecto en la casa familiar.